A partir del próximo año, los pasajeros extranjeros que ingresen a México en cruceros deberán pagar un impuesto de 42 dólares. Aunque se dijo que este nuevo derecho busca “mejorar servicios migratorios”, el 67% de lo recaudado irá a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), mientras que el 33% restante será destinado a la Tesorería de la Federación sin un propósito específico.
Este cambio elimina la exención que existía para cruceristas y busca equiparar su tratamiento fiscal con los extranjeros que llegan por vía aérea, quienes ya pagan derechos migratorios. En 2023, Puerto Vallarta recibió 543 mil cruceristas, lo que hubiera significado una recaudación de 22.8 millones de dólares (aproximadamente 456 millones de pesos).
Los fondos asignados a la Sedena se usarán para infraestructura, proyectos y servicios relacionados con sus funciones. Por otro lado, el 33% que se canalice a la Tesorería podrá ser utilizado para gasto público sin restricción específica.