En un hecho profundamente preocupante que atenta contra el medio ambiente de Puerto Vallarta, tres majestuosos árboles con más de un siglo de vida fueron talados en la intersección de las avenidas Fluvial y Rodríguez Barba, sin contar con los permisos correspondientes.
Este acto, que ha generado un profundo descontento en la comunidad vallartense, representa una agresión directa a nuestro ecosistema y a los valores que sostienen la calidad de vida en la región.
Lo más alarmante es que este no es el primer incidente relacionado con este hospital, que ya había sido señalado hace poco por otros casos de tala. Estos antecedentes, junto con la repetición de este tipo de abusos, han colmado la paciencia de una ciudadanía harta de los daños irreversibles que se cometen con frecuencia y, en muchos casos, quedan impunes debido a la corrupción y la falta de consecuencias reales para los responsables.
La pérdida de árboles centenarios no solo afecta al medio ambiente, sino que también despoja a las generaciones futuras de los beneficios esenciales que brindan, como la regulación de temperaturas, la captura de carbono y la protección de la biodiversidad.
Puerto Vallarta, un destino reconocido por su riqueza natural, no puede permitirse seguir perdiendo su patrimonio ambiental ante la negligencia y los intereses particulares.
La comunidad vallartense exige un alto definitivo a estos actos de destrucción ambiental. Es momento de exigir rendición de cuentas y de proteger nuestro entorno con firmeza. Denunciar y actuar son pasos esenciales para salvaguardar el futuro de nuestra región y asegurar un Puerto Vallarta que honre su compromiso con el medio ambiente, sus habitantes, visitantes y generaciones futuras.