Sin embargo, hasta ahora no existe en este premio un reconocimiento a la importante labor de los derechos humanos.
Entonces, hasta aquí vamos bien.
1. Se busca incluir un premio que reconozca la labor de los Derechos Humanos y que premiaría a cualquier persona, grupo o institución de nuestra sociedad que sobresalga en esta labor. OJO: este es un premio diseñado para TODOS, sin importar su origen, sexo, identidad o religión.
2. Todas las categorías del premio llevan un nombre, y en este caso se propuso el de Paco Ruiz, un reconocido personaje altruista y empresario que enfrentó la represión, violencia, discriminación y homofobia del Vallarta de los años 80. Este luchador social ha sido reconocido como un importante defensor de los Derechos Humanos y uno de los fundadores que crearon las bases para que Vallarta se posicionara como uno de los destinos LGBT más importantes del mundo.
Hasta aquí todo bien, ¿verdad? ¡Pues no!
Solo faltó que fuera una mujer la regidora que presentara la propuesta y que se hiciera una referencia a la comunidad LGBT para que personajes oscuros, resentidos y misóginos salieran a esparcir violencia.
Ataques contra la dignidad de las personas, odio y violencia dirigida a una mujer, solo por ser mujer, y a toda una comunidad que precisamente está intentando crear un cambio para erradicar la violencia y la discriminación que tanto daño le hace a nuestra sociedad y a nuestras familias en uno de los países más violentos del mundo.
Ante todo esto, volvemos a nuestra pregunta inicial: ¿Es Vallarta racista, misógino y violento? NO, no lo creo.
Pero sí creo que en nuestra sociedad, como en muchísimas otras en el mundo, existen seres podridos y perversos que desbordan su frustración violentando y queriendo dividir a nuestras comunidades esparciendo el odio… Pero también creo, y estoy plenamente convencido (aunque suene a cliché), que somos más los buenos.
Que seguimos avanzando como sociedad hacia la justicia e inclusión. Y lo que nos corresponde es hacer lo correcto, formar parte del bando de los buenos en la historia y no permitir que nadie se sienta con la libertad de ofender, agredir y violentar a nuestras hijas, hijos e hijes, sin importar su género, identidad, orientación o más.
El diálogo siempre debe existir y se puede o no estar de acuerdo, pero sin dejar de lado la realidad, los derechos humanos son importantes, muy importantes y hay que defenderlos, erradicando la violencia en todas sus formas, si queremos construir entre todos un Vallarta seguro, inclusivo y justo para todos.